¡Vamos!!, vamos!!, vamos! ...

Cuando un programa tiene más corazón que un reclutador

8 junio 2017

Cuando yo era chico había un anuncio musical en la radio que decía " vamos, vamos, vamos, al Circo ATAYDE Hermanos" y era motivo de mucha alegría. Eran momentos mágicos en donde se creaban grandes expectativas y emociones por alguien quien sin conocerte te hacía una invitación al circo y a un mundo lleno de aventuras.

Hoy en día ya no hay circos, ni acróbatas, ni malabaristas, ni leones enjaulados, pero nos siguen llevando al circo cuando entramos en un proceso de selección que te ofrece una visión del futuro y que se va convirtiendo con el paso del tiempo en una gran expectativa, nublándose al mismo tiempo por frases elocuentes derivadas de un proceso de reclutamiento inerte:

• “Vamos a revisar tu perfil y en caso de cumplir con los requerimientos del puesto una persona del área de reclutamiento se comunicará contigo para avanzar en el proceso… bla bla bla”
• “Vamos a programar una entrevista telefónica con…. bla bla bla”
• “Vamos a programar una entrevista por Skype para… bla bla bla”
• “Vamos a enviarte una serie de pruebas Psicométricas a fin de... bla bla bla”
• “Vamos a programar una entrevista con un panel de directores para validar... bla bla bla” 

… y nos quedamos esperando la invitación al circo que nunca llega.

Y lo que sólo y en muy honrosas ocasiones pasa, es que te agradezcan por tu participación en la vacante en la cual no cumples con el perfil o con los requerimientos del puesto y que además te deseen mucho éxito en tu siguiente búsqueda.

 Y claro que podemos estar hablando de un correo que se genera en forma automática por un sistema que refleja que no tiene corazón para pensar que siente la otra persona pero que al recibirlo sea más significativo que no recibir nada y ser ignorado. 

¿Por qué hay empresas que tienen posteadas sus vacantes con los requisitos del puesto en forma impecable y ante una postulación, el sistema te manda el primer correo avisándote que el proceso es largo y que puede haber una larga lista de candidatos, pero muy pocas veces te llega el correo de seguimiento, de cierre o de aviso de algo más?

¿Por qué hay reclutadores que cancelan entrevistas o te dejan plantado porque surgió un “bomberazo” en la oficina y no vuelven a programarla a pesar que así te lo hacen saber? 

¿Por qué hay reclutadores que no contestan tus correos cuando se evitarían muchos de estos si se enviará un correo de cierre? 

¿Por qué un sistema de contestación automática puede tener más corazón en un cierre que un proceso de reclutamiento con alguien que puede justificarse que tiene mucho trabajo para no hacerlo?

Reclutadores su cliente además de ser el dueño de la vacante es también el Candidato no se olviden que no pueden disponer de él como si fuera un objeto, tienen la obligación moral de cerrar todos los procesos ya que las competencias y valores del candidato no las desarrollaron ustedes son del candidato y ustedes están disponiendo de ellas a su conveniencia.

Si esta fuera la hipótesis: todas las personas se promueven dentro de su misma empresa, los nuevos entran desde abajo, sin experiencia y sin grandes currículos o competencias. ¿Qué trabajo tendrían entonces?